Puedes hacer este ejercicio en cualquier momento, cada vez que sientas miedo o cualquier otra emoción negativa.

Para mejores resultados, es mejor hacerlo en un lugar privado y silencioso, trabajando con una lista de miedos que hayas escrito previamente o con un miedo o emoción presente.

Siéntate o acuéstate cómodamente con tu espalda recta y cierra los ojos.

Toma aire profunda y lentamente hinchando tu abdomen y luego exhala rápidamente. Repítelo tres veces.

Ahora toma una respiración profunda y lenta hinchando tu abdomen y tu esternón y suéltalo lentamente. Nota como tu cuerpo se relaja.

Después respira con normalidad.

Escanea tu cuerpo físico de la cabeza a los dedos de los pies, para encontrar donde tienes localizada la energía del miedo.

Busca el miedo. Si no lo encuentras, lee uno de los miedos de tu lista y escanea tu cuerpo de nuevo.

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